EDUCACIÓN
Vamos al colegio por primera vez cuando aprendemos a responder. Los profesores nos repiten una y otra vez qué no podemos hacer. No se puede jugar, saltar, bailar, gritar, hablar, pensar. Tú sentadito y a escucharlos. Silenciamos preguntas, los porqués no importan, pero sí la respuesta que te inculcan. No evalúan tu esfuerzo ni dedicación, solo un número en una hoja de un día cualquiera. Y así, con respuestas memorizadas y cuestiones en blanco, nos enfrentamos al futuro. Te sugieren, te incitan, te persuaden para que elijas un camino con muchas salidas. Para que después te encuentres en medio de una carrera que ni querías hacer, pero aun así te aplauden porque estás siguiendo el camino “correcto”. De esta forma nos educan, supuestamente nos enseñan a aprender, pero nos pasamos dieciocho años aprendiendo a decir “no puedo”.