LA OTRA CARA DE GRECIA

Cuando piensas en este país, en sus playas, en su cultura, en su gastronomía… Solo quieres pillar un billete de avión e ir cuanto antes. Incluso aprender el idioma. Quizá hasta quedarte para siempre. Pero lo que no sale en las guías de turismo, lo que no se nombra por las noticias, lo que no aparece casi nunca en ningún puto medio de comunicación; es lo que está sucediendo en tres islas griegas. Sí, te estoy hablando de los campos de refugiados. De los miles y miles de personas que prefieren escapar sabiendo que se ahogarán en el intento a quedarse un maldito día más, porque allí ya son cadáveres. Que encima la Unión Europea los disfraza de delincuentes, de criminales, de asesinos, de fanáticos religiosos. Así nos los muestran. La excusa perfecta para no evacuar a más de 24.000 hombres, mujeres y niños que buscan protección en Europa y que están atrapados en las islas griegas en terribles condiciones. Estás personas están pagando el precio de las inhumanas políticas del acuerdo de la UE-Turquía y esto demuestra el fracaso de la gestión de los gobiernos.
Para un momento. Respira hondo, a mí también me hierve la sangre. Cierra los ojos e imagínate encerrado junto a otras cinco personas en una mierda de tienda de tres metros cuadrados, rodeado de basura, compartiendo el mismo grifo de agua con 1.300 personas, el lavabo con 167 y la ducha con más de 200. Así es la vida en Moria, el campo de solicitantes de asilo de Lesbos donde viven 20.000 personas, aunque estaba diseñado para tres mil. ¿Qué hizo la Unión Europea? Nada. Es más, la única respuesta humanitaria y médica se ha dejado en manos de organizaciones que están reemplazando las responsabilidades del Estado. Lo más duro es que cada vez hay más niños con problemas de salud mental. Cada vez son más y más los niños que dejan de jugar, tienen pesadillas y temen salir de sus tiendas. Algunos se han intentado quitar la vida y no te hablo de adolescentes, sino de niños menores de diez años. Tampoco te voy a ocultar lo que ocurre en el campo de Vathi en Samos. La situación es insostenible. Más de 5.000 personas abarrotadas en un espacio diseñado para 650. Y por supuesto, esa ausencia de medidas de protección y de servicios básicos pone a estas personas en riesgo de sufrir nuevos traumas, mientras que las denuncias de agresión sexual y otras formas de violencia van en aumento.
 “Lo siento, buzos y equipos de búsqueda y rescate, porque no sé el nombre del mar en el que me ahogué. Gracias, inmenso mar azul por darnos la bienvenida sin pedirnos visado ni pasaporte, por no juzgarnos por nuestra religión, raza e ideología. Gracias por ponerte triste cuando escuches o leas la noticia. Siento haberme ahogado”.
Por favor, mueve el culo. Hagamos que evacúen urgentemente de las islas a los menores y a las personas más vulnerables y las trasladen a un alojamiento seguro. Vamos a poner fin a la jodida política de contención actual para proteger la dignidad de las personas y garantizar el respeto de sus derechos fundamentales.


Comentarios

  1. Me sorprende la capacidad de explicarte que tienes... Triste historia 😢. Cómo irá ahora?

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