LO QUE NO QUEREMOS RECONOCER
Nos ponemos excusas para todo. ¿Miedo? En algunos casos. ¿Pereza? Casi siempre. ¿Tendencia al fracaso? Ya te sabrás la respuesta. Queremos abarcarlo todo, sin llegar a nada, sin hacer nada. Lo deseamos ya y cuando lo tenemos, no es importante. Vivimos de la expectativa de llegar a ser o como otros te dicen que es ser "mejor". Digo otros, no sociedad. Qué manía le tenéis a la puta sociedad, siempre echándole la culpa de todo. La sociedad la formamos nosotros, tú eres esa sociedad que tanto detestas y a la vez que tanto admiras, porque sigues sus pautas para llegar a ese "ideal". Esa es otra de nuestras características más jodidas, la hipocresía. Por ejemplo, las personas que se apuntan a una ONG por imagen y no por la causa (sí, son esos que fardan de colaborar y luego no se acuerdan ni del nombre de la asociación) o los que se vuelven repentinamente vegetarianos/veganos y el argumento más sólido que te pueden aportar son los sentimientos de los animales (si se demostrara que las plantas tienen sentimientos, ¿qué cojones comerías?), y no es por tendencia, qué va, lo sienten de verdad, aunque hace unos meses les hubieras visto zamparse una hamburguesa.
¿Sabéis cuál es nuestra mejor cualidad? Que siempre queremos llevar razón, aunque los argumentos sean idealizados, las ideas vacías y la lógica forzada. Pero, ¿sabéis lo que nunca nos queremos quedar? La culpa. Odiamos sentirnos culpables o que otros nos acusen y por eso, echamos balones fuera, nos volvemos acusadores.
Si es que ya lo decía Plauto y más tarde Hobbes: "El hombre es un lobo para el hombre".
Comentarios
Publicar un comentario