MAMÁ, ESTOY ENAMORADA

Sí, soy su esposa. Hace ya un tiempo que me casé con la noche. Por aburrimiento, por sus excesos, quizá por ambas. Cómo negarme si cansada de máscaras, me regaló una botella de ron. Cómo negarme si me aleja de la monotonía. Cómo negarme si me promete valor, soltura, paz. Así es ella, coqueta, te atrae con la pasión de una habitación de hotel. Te mima con tiempo, con risas, sin  preocupación. Te quiere y te tiene ahí, entre mejores momentos, en tu forma más pura.

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